Pedro
Sacar a Veronica de mi cama y mi vida es otra vez un dolor en el trasero más grande de lo que esperaba. No estamos saliendo y no estamos juntos, pero ella parece haber bloqueado esa información. Desde la noche de borrachera donde tonteamos y me desmayé en mi cama, ha estado viniendo todos los días. Hoy,tengo que acabar con eso.
Incluso si aún no estuviera plagado por los recuerdos de
Paula, sé que no quiero a Veronica.
Cuando Veronica llega, me aseguro de estar esperándola en la planta baja. No la quiero familiarizándose con mi habitación.
Ella es todo sonrisas cuando viene y tira su bolso en el sofá.
—Tenemos que hablar —le digo.
Su expresión cae y se tensa.
Puede darse cuenta por mi postura rígida que las cosas no van a ir a su manera. —Lo siento Veronica, sólo que no lo estoy sintiendo —murmuro, frotándome la mano por la nuca.
—Parecías estar sintiéndolo muy bien cuando estabas en mi boca la semana pasada.
Cristo.
Arrebata el bolso que acaba de depositar en el sofá. —¿Sabes qué, Pedro? No desperdicies tu aliento. Ya he terminado con tu mierda.
—Lo siento, ¿de acuerdo?
Pone los ojos y se va a toda prisa hacia la puerta, la cual abro para ella. —De todos modos he estado durmiendo con Hernan —añade antes de dar un portazo en mi cara.
Bonito.
Giro la cerradura de la puerta, como para probar un punto.
Veronica ha terminado de invadir mi vida.Ese capítulo está cerrado.En cuanto a Paula...
todavía no estoy seguro.
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