Pedro
Enciendo la radio y me relajo mientras la plana carretera se extiende delante de mí. Ya habiendo perdido mi tarde de clases ayer debido a mi velada con Paula, voy a casa, conduciendo tres horas para comprobar a mamá. Nunca solíamolestarme demasiado en ir a casa los primeros años lejos en la Universidad. Pero un intento de suicidio cambia las cosas. No sería capaz de relajarme o concentrarme en clases hasta que la vea con mis propios ojos.
Cuando llego, mi padre está inmediatamente en mi rostro, provocando una pelea que casi lleva a los golpes. La trata como la mierda, y le tengo manía. Pero trato de centrarme en el hecho de que parece estar haciéndolo mejor.
Es un viaje rápido; la saco a comer y solo hablamos. A veces me preocupo de que no coma lo suficiente, especialmente cuando mi padre está fuera de la ciudad, lo que es a menudo. Sin nadie que cocine para ella, tengo el presentimiento de que no come. Sin embargo, esto es más que solo sacarla a comer; necesito comprobarla, para estar seguro de que está bien. No sé si alguna vez me perdonaré por no darme cuenta de que tan cerca había estado de estirar la pata. Me hace darme cuenta de que no puedo subestimarla.
Conduciendo a casa, debería llegar a tiempo a mi clase de sexualidad humana, la clase que más he estado esperando en este semestre. Los infames discursos del profesor Gibbs han generado suficiente alboroto en el campus a través de los años. Debería ser una A fácil y por supuesto presenta mi tema favorito: sexo.
Impactante. Y sexy Recuerdo su inquieta reacción cuando Veronica dijo que lucía familiar. Parecía como si quisiera meterse bajo mi cama para cubrirse. Entre esconderse detrás de los contenedores de basura y estar aterrorizada de mi no muy brillante ex, Paula es un misterio. Es como una pequeña y asustada brizna de chica a quien quiero persuadir de salir de su caparazón.
No estoy incluso seguro de mis propias motivaciones desde que dudo que será alguna vez una de mis conquistas. Lo que me gusta, y a la vez no. Es definitivamente atractiva, con suaves curvas que llenan sus vaqueros, largo cabello rebelde, especialmente sus grandes ojos verdes y labios suaves. Mierda. Voy a empalmarme si no soy cuidadoso.
Entro en el aparcamiento del campus justo cuando mis clases están comenzando. Voy a llegar tarde. Encontrando el auditorio unos cuantos minutos después, me detengo en la puerta para buscar un asiento vacío. El profesor Gibbs es alto, calvo y está caminando de un lado a otro en la parte delantera de la habitación. El cuarto está lleno y silencioso, aparte de él. Se detiene brevemente cuando su mirada encuentra la mía, luego regresa a su discurso, diciendo lo importante de la sociedad y la imagen de uno mismo.
Dirijo la atención hacia un asiento vacío en la parte trasera de la habitación cuando un movimiento llama mi atención.
Un destello de pelo cobrizo pasa como un rayo a través de mi visión y hace que mi corazón galope. Paula.
Está sentada varias filas arriba y sus mejillas enrojecen cuando encuentra mis ojos. No puedo evitar sonreír ante la vista de ella. Maniobro entre las filas de asientos y, unas pocas miradas repugnantes después, me siento en la silla junto a ella.
—Hola, Pajarito.
Rueda los ojos antes de mirar al frente una vez más, pero la pequeña curva en su boca me dice que está feliz de verme.
Esa pequeña curva no debería hacerme sentir tan bien.
Me inclino cerca para susurrar en su oído. Vestigios de champú floral me saludan. —¿Qué me he perdido?
—Ni siquiera sabía que estabas en esta clase. No estuviste aquí la semana pasada.
Me gusta que lo notara. —Estuve fuera la semana pasada, tenía que comprobar a mamá —susurro de regreso.
Sus cejas se juntan y luego se vuelve hacia al frente de nuevo. No puedo evitar notar que ya ha llenado la página de notas garabateadas cuidadosamente a través de su cuaderno y que está golpeando nerviosamente un masticado y raído lápiz en su mano. Abandonando mi inspección de Paula por un momento, me sintonizo en nuestro discurso. Gibbs es un animado locutor, y es fácil perderte en sus palabras. Abro el programa que imprimí de internet y sigo adelante con la segunda clase de la semana: Tú, un estudio de caso sexual. Oh, sí, esta clase va a
ser impresionante. Y el leve sonrojo de Paula durante el discurso me dificulta enfocarme. El profesor Gibbs se dirige a paso firme al lado de la habitación donde Paula y yo estamos sentados. Se detiene delante de nosotros, reflexionando su siguiente opinión. —He diseñado esta clase para permitirles explorar su
sexualidad después de encontrar que muchos de mis estudiantes recibieron una educación de solo abstinencia en la secundaria. —Unas pocas personas en la habitación se miran, preguntándose a dónde va a llegar con esta clase, cuando continúa—: La abstinencia no es a menudo la realidad en la universidad, o en la secundaria, de hecho. Para remediar eso, exploraremos el rol de género en la sociedad como dice en mi programa, pero no sólo pontificaremos sobre esos temas como oscuras cosas ajenas a quiénes somos. Exploraremos su propia sexualidad a través de una tarea diaria semanal.
Reparte pilas de pequeños cuadernos negros a todos los que están sentados en la primera fila. Los cuadernos comienzan a hacer su camino alrededor de la habitación mientras todos toman uno.
—Estos son sus diarios. Y para empezar, les preparé el tema para su primera tarea semanal. Volteen hacia la persona a su lado. No importa si es un miembro del mismo sexo o el opuesto.
Me vuelvo hacia Paula. Sus mejillas estabas rosadas antes, pero ahora está ruborizándose como una loca y él ni siquiera nos ha asignado nuestra tarea.
Demasiado malditamente bonito.
—Abran su diario. Quiero que se fijen en la persona frente a ustedes. — Unas pocas risas suaves estallan en la habitación—. No hablen —nos recuerda el profesor Gibbs.
Permanezco en silencio, encorvado en mi asiento y asimilo la rígida postura de Paula. Si esto es un estudio del nivel de comodidad de una persona en el sexo, Paula ganaría por mayor incomodidad. Luce como si estuviera a punto de huir de la habitación. ¿Por qué siquiera se había inscrito en esta clase? Es elección voluntaria.
El profesor Gibbs explica la tarea semanal. Está buscando hacer un resumen sobre la imagen de uno mismo, la autoestima. Llevar a las jóvenes a verse a sí mismas más claramente, aceptando y alentando la confianza en si mismas, dentro y fuera de la habitación; y llevar a los jóvenes a prestar más atención a lo que está debajo de su ropa. Mis ojos se mueven rápidamente a Paula. Está sintonizada con cada palabra. Incluso tengo que admitir que es una tarea interesante.
El tema de nuestro primer ejercicio semanal es qué encontramos atractivo y hermoso en el sexo opuesto. Unos pocos comentarios maliciosos y risas circulan por la habitación, hasta que el profesor Gibbs nos reorienta a pensar en las partes poco común del cuerpo, como manos y ojos. Luego nos empuja a dar un paso hacia delante. Se vuelve a acercar a Paula y a mí, deteniéndose delante de nuestros escritorios. Cuando nos pregunta nuestros nombres, el sonrojo de Paula aumenta de nuevo. Va a usarnos como ejemplo delante de la clase. No me preocupa; sólo no quiero que la avergüence.
El profesor Gibbs se vuelve hacia Paula —Van a emparejarse y tomar apuntes de las características del otro Por ejemplo las manos de Pedro… —me anima a levantarlas para que la clase la vea. Las extiendo delante de mí torpemente—. Harías un buen proveedor con esas fuertes manos.
Los lindos ojos verdes de Paula siguen mis movimientos y permanecen en mis manos incluso después de que las he bajado al escritorio.
El profesor Gibbs regresa al frente, dejándonos a Paula y a mí solos. No me preocupa que estemos en una habitación llena de gente. Ella está jodidamente encendiéndome
Ser capaz de revisar a Paula por el bien del trabajo en clase es una cosa increíble. Muerde su labio y comienza a anotar algo a lo largo de su diario.
Desearía saber qué demonios escribe. ¿Esa cosa que el profesor Gibbs dijo de mis manos? De alguna manera, lo dudo. Su mirada se desliza sobre mi mandíbula, baja por mi pecho, a mis bíceps, y está volviéndome loco. Cada mirada es como una caricia. Me sacude como un golpe. Prácticamente puedo sentir como si estuviera desnudándome con sus ojos. Mierda. ¿Quién es esta chica? Es inocente y sexy, todo a la vez, y sé que estoy en un problema. Mi corazón está bombeando rápido y siento que estoy poniéndome duro.
Abro mi propio diario, necesitando la distracción. Hay muchas cosas que podría escribir sobre Paula, pero mirando hacia abajo, hacia la hoja en blanco, no estoy seguro por dónde comenzar. Nunca he escrito en un diario, pero tengo un presentimiento de que escribir sobre ella será fácil.
Tomo una profunda respiración y trato de centrarme en las partes no tradicionales del cuerpo que el profesor nos recordó. De esa manera no soy el pervertido mirando sus tetas. Las que son excepcionalmente bonitas, noto rápidamente. Aún está inclinada hacia abajo, así que estoy esperanzado de que no se haya dado cuenta de mi indiscreción. Demonios, está escribiendo una rara novela.
¿Hay tanto que decir?
Trago y me centro en mi cuaderno, finalmente escribiendo: Su piel es suave… me hace querer protegerla. Cierro el libro antes de que tenga la oportunidad de ver lo que escribí.
Dios, sueno como un marica.
Me inclino cerca de Paula, y cierra su diario de golpe. Pero no antes de que pueda ver que escribió una página entera sobre mí. Guau. —Tenías mucho que decir, ¿uh? —susurro, ofreciéndole una débil sonrisa. Me hace sentir demasiado inseguro y vivo, todo al mismo tiempo.
Sólo se encoge de hombros, tratando de restar importancia a la tarea. Pero no puedo. Algo está sucediendo entre nosotros. Y quiero explorar qué es.
—¿Tienes clases después? —pregunto.
—No. ¿Por qué? —susurra de regreso.
—Ven a tomar café conmigo. —No es una pregunta, y Paula sólo asiente antes de volverse hacia el frente de nuevo.
El resto de la clase pasa lentamente, tan interesante como es el tema. El suave y femenino aroma de Paula me distrae.
Una vez que salimos, espero que surja con una excusa, pero no lo hace. Camina junto a mí, sus ojos mirando a todos los sitios excepto a mí. Y realmente, ese es todo el ánimo que necesito.
Wow me encanta,buenisimo!!!
ResponderEliminarBuenísimos los 4 caps!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuy buenos los 4 capítulos! q saldrá de todo esto!
ResponderEliminarMuy buenos capítulos!!
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